Relojes de sol en Río de Janeiro
[Por Javier Martín-Artajo Gutiérrez, miembro de la AARS]
Introducción
Los gnomonistas que residimos en Europa, en general, hemos ido aprendiendo la ciencia que nos ocupa en libros en los que se describen cálculos y diseños para relojes de sol que están preparados para el hemisferio norte. En algunos casos se puede leer una nota, casi marginal, que hace referencia a relojes de sol del hemisferio sur. Casi ninguna vez aparecen construcciones gráficas de los mismos.
RJ, Jardín Botánico (foto de Javier Martín-Artajo Gutiérrez)
De toda la bibliografía que he manejado, que no es mucha, sólo he encontrado un libro escrito y dedicado al hemisferio sur: Sundials Australia, escrito por Margaret Folkard y John Ward. Es interesante su lectura, que recomiendo a los aficionados que viajen por el hemisferio sur.
Es muy fácil decir que un reloj austral es igual que uno septentrional, pero simétrico. Un ejemplo curioso es el que un reloj de sol trazado sobre el cristal de una ventana emplomada en el hemisferio norte- como se ven varios en el Reino Unido (stained glass window)- podría servir de reloj vertical en el hemisferio sur. Esto es verdad pero, cuando miras al Sol, resulta que sale por la derecha en vez de por la izquierda con lo que uno empieza a mover el ojo izquierdo como si fuera el derecho y viceversa. Además, la sombra que arroja un palo clavado en el suelo se dirige hacia el sur en vez de hacia el norte.
La cuestión se complica bastante cuando uno se encuentra entre el Ecuador y el Trópico de Capricornio, porque el Sol, además de salir por la derecha, unas veces está en dirección del polo norte y otras del polo sur, como abanicando. Es decir, mirando hacia el polo norte, nuestra sombra se dirige hacia el sur en las estaciones de nuestra primavera y verano y hacia el norte algunos días en las de otoño e invierno dependiendo lo próximo que nos encontremos al Ecuador. Los habitantes de estas zonas subtropicales se llaman ascios, porque dos días al año, la sombra de su cuerpo se proyecta al medio día directamente sobre sus propios pies. Esta obviedad no es despreciable, como más adelante nos ocuparemos.
Estas son las razones por las que se ven pocos relojes de sol verticales en estas latitudes tropicales, pues una parte más o menos importante del año el Sol no iluminaría directamente su cara norte sino la sur.
He tenido la oportunidad de viajar repetidas veces a la ciudad de Río de Janeiro, “cidade maravilhosa” como los cariocas llaman a su ciudad, y he aprovechado parte de mi tiempo en buscar algunos relojes de sol que presento en este artículo en los que dominan claramente los horizontales.
La distribución es como sigue:
- 7 son relojes horizontales
- 3 relojes verticales
- 2 relojes ecuatoriales
Praia Vermelha
Empezamos por un horizontal que se encuentra sobre la Praia Vermelha desde el que se puede ver majestuoso el Pâo de Açucar envuelto en una mágica bruma atlántica.
El reloj está trazado sobre una placa circular de mármol blanco, de 100 cm de diámetro y 5 cm de espesor, en un lugar de latitud 22º 57’ 21” y longitud 43º 09’ 55”.
Las líneas horarias arrancan como rectas y a continuación toman la forma de las curvas del analema, entre las líneas de los solsticios. Los números horarios están señalados en romanos desde las VI de la mañana a las VI de le tarde.
El gnomon es una placa triangular cuyos ángulos y dirección son los adecuados. Lo que llama la atención a los observadores septentrionales es que incide en el mármol por el polo del reloj, hacia el norte que se encuentra “debajo” de la losa de mármol. Además, el vértice superior del triángulo es muy agudo para que el vértice de su sombra, en los días en que el Sol sobrepasa la vertical del reloj, alcance la línea del solsticio de verano austral.
Instº. Militar de Engenheria y
Escola de Guerra Naval (dos relojes)
En la plaza del General Tibúrcio de donde sale el bondinho, teleférico que lleva a la cumbre del Pâo de Açucar, se encuentran dos relojes horizontales sobre sendas columnas de 1.10 m de altura, construidos por el Instituto Militar de Engenheria (IEM) en 1980 y por la Escola de Guerra Naval.
Ambos relojes están grabados en placas de mármol octogonales de 50 cm entre caras.
Como en el caso anterior, los dos gnomones presentan un ángulo muy agudo en el vértice superior del triángulo.
Es digno de mención el elegante contorno del gnomon del segundo reloj en el que se aprecia una embarcación calada en la chapa.
Museo Historico (dos relojes)
Una rápida visita por el Museu Historico Nacional sirvió para estudiar, en primer lugar, un reloj de anillo ecuatorial universal de diámetro 115 mm, semejante a los muchos que aparecen en museos europeos, cuyo funcionamiento está descrito en varios libros especializados, entre los que se encuentra “Relojes de sol de Madrid” (ISBN84-451-2777-2005).
La escala de latitudes es de 90-0-90, lo que significa que el anillo está preparado para ser utilizado en ambos hemisferios.
Este reloj perteneció Francisco Solano López (1826-1870), Jefe de Gobierno de Paraguay en 1862, y fue utilizado en la guerra del Paraguay. El Mariscal Mendes de Morais lo llevó a Brasil.
En el mismo museo, hay otro reloj horizontal labrado en una placa cuadrada de mármol de lado 25 cm. Los ángulos horarios corresponden a las de un reloj calculado para una latitud próxima a la de Porto Alegre, 30º 04’ S, lo que no concuerda con la del gnomon recientemente colocado que lo es para unos 22º 16’ S, la latitud de Rio.
Además el nuevo gnomon tiene un espesor de 4 mm demasiado para no haberlo tenido en cuenta al trazar la cara del reloj, que debería haber previsto un espacio de 2 mm a cada lado de la línea de las doce horas. Una lámina de 0.8 mm recortada en latón hubiera sido la correcta.
La cara del reloj está profusamente adornada con dibujos florales, signos cristianos y masónicos, y lleva escrito el nombre del propietario ANTº MARº d’ BRAGANÇA y el año de su construcción 1844.
Pavilhao Luneta Ecuatorial y
Parque de la Ciencia (dos relojes)
En la parte antigua de la ciudad, sobre el Morro de Castelo, está el Observatorio Imperial donde hay un reloj vertical pintado sobre el muro del Pavilhao Luneta Equatorial y otro ecuatorial de hormigón en el Parque de la Ciencia.
Las coordinadas oficiales son: Latitud 22º 54’ 23.7” S y longitud 2h 52 m 41.4 s W.
En este reloj de sol vertical meridiano se aprecian los números horarios en posición simétrica con relación a los situados en el hemisferio norte, unos ángulos horarios de apertura próxima entre ellos y el gnomon orientado hacia la Cruz del Sur en su unión con la cara del reloj en el polo. El diámetro del semicírculo que encierra las líneas horarias tiene un diámetro de 2 m.
El reloj ecuatorial está construido por tres semicírculos de diámetro 4 m. Los números horarios, en caracteres árabes, son plaquitas de acero inoxidable, con indicación de las medias horas.
Planetario Reloj horizontal
Otro lugar donde se pudiera sospechar de la existencia de un reloj de sol es el Planetario. En efecto, en el jardín que lo rodea hay un reloj horizontal trazado sobre una losa circular de granito de diámetro 120 cm, con abundante información, calculado para la latitud ?= 22,983 S.
A reseñar la flor de lis y las letras NG (norte geográfico) que marcan la dirección del polo norte “hacia abajo”, la advertencia Correcâo da hora solar para hora legal, las líneas zodiacales y la ecuación de tiempo.
Jardím Botánico
Uno de los relojes mejor situados en el mundo es el del Jardim Botânico de Rio.
En efecto, junto al monumento en honor a Friar Leandro- primer director del Jardim entre 1824 y 1829- hay una gran mesa, donde los emperadores Pedro I y Pedro II solían almorzar cuando visitaban el Jardim, que domina un ovoide de granito sobre el que se encuentra un reloj de sol.
El ovoide, en su parte superior, tiene un rebaje para encastrar el reloj de sol, que en alguna visita ha estado colocado y en otras desaparecido.
Al fondo el majestuoso perfil del Corcovado flanqueado por palmeras imperiales del tiempo de la fundación del Jardim.
Se trata de un reloj de sol horizontal circular de diámetro 300 mm calculado para la latitud 22º 24’ S que, como en los casos anteriores ya comentados, los números horarios “confunden” al observador septen-trional.
Es de diseño muy sobrio y de fácil lectura, pudiendo leerse, además, las medias horas. Como lamentablemente sucede a menudo, el gnomon ha desaparecido y sólo quedan los dos apoyos.
Forte de Santa Cruz
Al otro lado de la Bahía de Guanabara, al este de Rio de Janeiro, se encuentra la ciudad de Niteroi RJ, fundada por el Padre José Anchieta. La entrada a la bahía se encuentra defendida por la fortaleza de Sâo Joâo (1578) y fuerte de Sâo José en el extremo SW y por la fortaleza de Santa Cruz (1555) en el extremo SE.
En esta última fortaleza se encuentra un reloj de sol horizontal construido en 1863 sobre una placa cuadrada de mármol blanco de lado 50 cm. Las líneas horarias, que incluyen las medias horas, están poco marcadas y el gnomon está bastante corroído por la acción de la sal marina.
Igreja de Sâo Francisco Xavier (dos relojes)
Dejamos para el final la descripción del reloj de sol más antiguo de Brasil (año 1776) -según Sergio García Doret- que se encuentra también en Niteroi en la Igreja de Sâo Francisco Xavier, construida sobre una colina entre las playas de San Francisco y Charitas. Esta iglesia fue fundada por el jesuita de origen tinerfeño, Padre José Anchieta, hacia 1572, si bien algunos historiadores sitúan la construcción del edificio actual de la iglesia en el año 1696.
Las coordenadas del lugar son 22º 54’ S y longitud 43º 07’ W.
El reloj de sol es un rectángulo de longitud 1,10 m que está pintado en negro sobre un muro encalado que declina a levante unos 22º. Las líneas horarias, corren desde las VI de la mañana hasta las IV de la tarde, coincidiendo las matutinas relativamente bien con las teóricas calculadas y peor las vespertinas. En la parte superior, el emblema de la Compañía de Jesús encerrado en una circunferencia. No se conserva el gnomon ni se aprecia el orificio de anclaje.
Un segundo reloj, complementario del anterior, está situado en la fachada que forma un ángulo de 90º con el anterior en el que la numeración de las horas a la izquierda está confundida según queda representada en la figura de la derecha que las tiene coloreadas en rojo. El dibujo presenta una gran semejanza con el anterior desde el punto de vista artístico.
Aquí concluye el paseo gnomónico por una de las más bellas ciudades del mundo que espero haya servido para confundir, perdón para aclarar, algunos conceptos que consideramos obvios pero que, cuando uno se enfrenta a los relojes del Sur, cuesta trabajo entenderlos a primera vista. Todavía es más compleja la interpretación de los relojes situados en las proximidades del Ecuador.
Los aficionados a la astronomía lo tienen más difícil cuando de noche, tumbados boca arriba en alguna playa de noreste de Brasil, próxima al Ecuador, intentan distinguir estrellas y constelaciones y comparar sus posiciones con las conocidas en el hemisferio norte.
Cuando se viaja más hacia el Sur, con un planisferio austral en las manos, el recorrer un firmamento nuevo y más bonito del que estamos habituados a contemplar en Europa es todo un maravilloso reto.
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