El cuadrante solar del Real Monasterio de San Jerónimo de Granada

Autor: Carlos E. Esteve Secall, Arquitecto

Publicado por: Editorial Universidad de Granada, 2006
ISBN-10: 84-338-3767-2

Se trata de una monografía de 120 páginas sobre un reloj de sol de cuatro caras, colocadas en las dos caras perpendiculares de sendos prismas triangulares yuxtapuestos, situado sobre el muro perimetral del Monasterio de San Jerónimo en Granada.

Comienza el libro haciendo un repaso histórico de los observatorios astronómicos primitivos conocidos; Carnac, Stonhenge, Gizeh y Tebas, Chichen Itzá, Palenque, Ur, etc. y de los avances científicos, extendiéndose en la influencia árabe en la astronomía, en especial en Al-Andalus y en el rey de Castilla Alfonso el Sabio.

Pasa de puntillas por la Edad Media, en la que los sabios estaban más preocupados por la teología y el calendario religioso que por la ciencia astronómica y remata el recorrido cuando los relojes de sol pasan a ser meros objetos decorativos, en el siglo XIX.

Tras unos datos teóricos imprescindibles, Carlos E. Esteve se inmerge en el estudio de esta joya del Renacimiento comenzando por una visión histórica y arquitectónica del Monasterio, para aterrizar en el capítulo que estudia el conjunto de los cuatro cuadrantes, su descripción, grafismos, cronología y autoría.

Los cuatro cuadrantes son:
C1, cuadrante occidental declinante con curvas de calendario, signos zodiacales, líneas azimutales y horarias,
C2, cuadrante meridional declinante con curvas de altura, horas civiles, históricas, babilónicas e itálicas,
C3, cuadrante vertical declinante, simétrico al anterior, que aporta los mismos datos, y
C4, cuadrante oriental, el más interesante.

De todos ellos hace un exhaustivo informe, un diseño gnomónico, el cálculo gráfico y lleva a cabo su trazado.También hace hincapié en su ubicación anterior al lugar que ocupan, posiblemente dos esquinas de una misma torre.

Es un importante y documentado trabajo del que únicamente se echa de menos una mejor calidad de las fotos, necesarias para quien no ha visto en directo el conjunto gnomónico.