Rehabilitación de Pronillo (Santander)
El único palacio renacentista de Santander está en ruinas y el proyecto para crear un centro cultural municipal cuenta con el apoyo del Gobierno cántabro.
Reloj de sol en parte interior del Portalón del Palacio Riva Herrera, Santander, ES
El Ayuntamiento de Santander confía en que el Ministerio de Fomento incluya el proyecto de rehabilitación del Palacio de Riva Herrera o de Pronillo, dentro de las iniciativas subvencionadas por el 1% cultural para la restauración de patrimonio. El proyecto de rehabilitación del palacio se presentó al Ministerio con el visto bueno del Ayuntamiento y de la Consejería de Cultura del Gobierno regional.
El concejal de Cultura, Educación y Ocio de Santander, César Torrellas, agradeció a la Consejería de Cultura su implicación y su apoyo y mostró su confianza en que la envergadura del proyecto y su relevancia como contribución a mantener el patrimonio histórico y arquitectónico de la ciudad hagan posible que el Estado lo incluya entre las próximas subvenciones.
El Ayuntamiento elaboró y aprobó el proyecto de ejecución de la rehabilitación del Palacio Riva Herrera para acondicionarlo como centro de enseñanzas artísticas y actividades culturales. El presupuesto de 1.788.725 euros. El proyecto de ejecución fue remitido por el Ayuntamiento al Gobierno de Cantabria, que tras aprobarlo en la Comisión de Patrimonio lo trasladó al Ministerio de Cultura, desde donde se envió al Ministerio de Fomento.
Torrellas explicó que el proyecto aprobado por el Ayuntamiento respeta las trazas arquitectónicas del palacio (construido por una estirpe de armadores cántabros, a las órdenes de Felipe II) que está declarado monumento histórico-artístico y Bien de Interés Cultural.
El Palacio renacentista de la familia Riva Herrera, ubicado en el lugar de Pronillo, es la edificación civil más antigua de Santander. El resto de palacios y grandes edificios históricos de la ciudad sucumbieron en el incendio de febrero de 1941. El Palacio de Riva Herrera consta de una torre de mediados del siglo XVI a la que se adosó una vivienda que, a lo largo de los siglos, ha sufrido varias reformas y ampliaciones. Cuenta con una torre señera, casa señorial, capilla, patio de armas y portalada con reloj de sol. Todo en ruinas. La torre presenta importantes grietas. La parcela ocupa una superficie total de 1.955 metros cuadrados, mientras que el edificio cuenta con 818 metros cuadrados, divididos en planta baja, primera y segunda.
La rehabilitación dotará al palacio de salas para talleres, aulas y un gran espacio para exposiciones y actos culturales.
Noticia de Prensa, El Diario Montañés, 17 de agosto de 2008
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